Mis ideas son claras,y el ánimo está elevado, pienso que, no es solo por decirlo pero, yo escribo mientras tu duermes y si es que sueñas algo, intento describirlo, pero distorsionándolo todo. Es mi manera de plasmar pensamientos. No creo que lo entiendas, o bueno si, pero a tu forma.
Aparentemente, todo está más calmado de lo normal. A lo lejos, tambaleándose, apenas una luz, parece aclarecer lo difuso del pensamiento nocturno. Su alumbrar enternece. Bordea cerca mío, lo cual, hace que intente una acrobacia, para poder, almenos rozarla. Es inútil. Vuelvo a ver, de lejos, aquella luz que brillaba, me da curiosidad, y la sigo. Parece esconderse de mi, y aveces noto que la pierdo de vista. Pero igual la sigo, me conozco, soy un poco terco. La sigo, no por horas, ni por días, ni por semanas, asombrosamente la sigo por meses, eso es raro en mí. Es extraño que no se me haya dado por cansarme. Hasta ayer.
Hoy...Hoy si me siento cansado, voy a detenerme otra vez, voy a tomar un aire, no, mejor que sean dos, no, mejor que sean los necesarios. Voy a tomarme mi tiempo.
La luz, ha continuado su marcha, ha proseguido en su devenir. Entonces, yo me siento menos cansado, renovado, con bastante energía otra vez para andar, pero, todo está más oscuro. La luz se ha alejado demasiado, la he perdido de vista por semanas. Siento miedo otra vez. El miedo me ha bloqueado el pensar, entonces cierro los ojos, y llamo a la luz con el pensamiento, parece ser, que tengo el complejo de un Dios, de pronto, siento estremecer mis dedos, siento resplandecer el pecho. Luego; abro los ojos, y me percato, de que estoy en otro mundo, parece mágico. La luz, se proyecta, pero esta vez desde mis ojos.
Mis ojos...brillan...pero no como todas esas veces. Éstas vez, brillan, pero de un color distinto.