Ha nacido la idea de escribir algo, y siento como si me fuera a sumergir dentro de una aventura realmente exitante y apasionada. Sin embargo, mis ideas no tienen ni pies ni cabeza, y no es que sean ideas incompletas, lo que pasa es que no se rigen por aquello que lleva contradiccion conmigo, esa cualidad que muchos la consideran importante, eso que a lo que le llaman ORDEN.
Y es que pienso, que el orden no compatibiliza para nada con mi modo de hacer las cosas. Una palabra que sinceramente me ha declarado la guerra y en la que vamos muy parejitos en victorias y derrotas.
La verdad es que hay que ser muy pacientes, aver.......Respiremos.......
Era la mañana de un jueves, y para ser honesto, a primera instancia no noté diferencia con los dias anteriores. Todo andaba mal, las dudas me habian atrapado y amorracado despiadadamente, como un cuerpo ya sin esperanza de nada. Me sentía atrapado en un ahujero hondo, rellenado con lodo y desague, que me hacía expulsar vómito desde el vientre hacia el rostro de cualquier hijoéputa que se atreviese a mirarme en tal bochornosa situación. Hubieron varias personas, que recibieron mi escupitajo, por solo pasar cerca a mí. Había perdido parte de mi razón y cuando sentí que ya no había más fuerzas. Desaparecí.
Ahora soy un expectador del mundo. Soy como un Dios.
Haciendo un poco de memoria, y volviendo cuatro primaveras atrás, recuerdo que intentaba escapar de la rutina laboral, y quize que sea rápido, quize correr, embarqué mi cuerpo en un taxi y llegué a casa.
Estando allí, percibí soledad, no habia nadie y tambien tuve ganas de huir y otra vez intenté que sea rápido.
Me miré al espejo y noté mi rostro cansado, sentía que debía dormir, pero no quize hacerlo, en ese rato, todo me parecía complicado, incluso dormir.
Estaba extrañamente extasiado, y la hiperactividad que me caracteriza, esa vez era mucho mas notoria.
Escapé, salí corriendo hacia cualquier parte, y a diferencia de la gente que me cruzaba por la calle, yo no sabía a hacia donde iba. Me reí de eso, me reí tal expectador de una actitud comédica; como si todo fuese un chiste o un conjunto de ellos.
Entonces, cambie de humor, y quize aparentar estar tranquilo, dejé de reirme y entoné mis pasos a un ritmo lento. La actuación no me duró mucho y sentí deprimirme. De pronto una multitud conocida y extraña a la vez, se acercó a mi y surgió la opción de un escape, pero a diferencia de mi escape, éste tenía rumbo y era en conjunto, Me gustó la idea. Partimos.
Ha pasado tiempo, y hoy he vuelto a recordarlo.
Los problemas se los crea uno, en la mente. El miedo y la inseguridad, no son aspectos que sean externos a nosotros; las "huevaditas" que puedas ver como problemas, son invenciones sucias que te haces tú mismo en la conciencia.
Batallar contra el pensamiento no es nada fácil, se los puedo asegurar, incluso puede ser doloroso y desesperante, pero el detalle consiste en que si no encuentras una verdad que te logre convencer, no te queda otra opcion que inventarte una mentira, pero no cualquier patraña, sino una de esas que termines creyendola tú mismo, y para eso hay que ser muy hábil mentalmente.
Ya dependiendo del problema en el que mentalmente estás "inmerso", pueda que un inicio estés a punto de perder el control, y sea tu emoción quien quiera resolver el asunto, y siendo honesto, eso puede empeorar las cosas, incluso peor que el problema de inicio, intenta evitar que eso pase. Ya te lo dije, si no hay verdades entonces inventate una mentira, presiona click; ESCape ; y luego continúa.
